¿Quién creyera que tras una pantalla
te encontraría, felicidad mía?
¡Cómo se dan las cosas
en esta graciosa vida!
De tí, recuerdos añejos tenía,
porque cuando pinché tu nombre
supe que en mi vida ya existías,
y que yo sería tu hombre
y tu la amada mujer mía.
La vida nos enseñó a porrazos,
sufrimos penas distintas,
nos unió una amistad férrea
que se convirtió en Amor y vida.
Todos los días pensaba
en esta mujer distinta
que tiene el alma buena,
que es esforzada y prolija...
¡Y no puedo robarla!...
¡Tiene dueño y no es mía!...
Me lo repetí tantas veces
despierto o cuando dormía
Hace muchos años empecé a escribir versos. Sólo logre palabras con cierto sentido poético, que mi profesor de Castellano (el querido "chico" Leopoldo Meneses) me advirtió que debía mejorar. Escribí por años. Muchos de esos versos se perdieron en un bolsillo o entre las hojas viejas de una agenda. Hoy publico algunos de aquellos versos añejos que he encontrado y otros, de diversos autores, que me han cautivado. Espero que no te aburras con mi creación o los versos escogidos.
martes, septiembre 26, 2006
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